Reclamar una herencia de una sucesión en Colombia.
Para comenzar, aclaremos ciertos conceptos; la herencia son los recursos, derechos y obligaciones que una persona deja al instante de morir; esta puede ser testamentaria, cuando la persona en vida y en pleno empleo de sus facultades mediante un documento notariado deja repartidos sus recursos. Es intestada cuando la persona no ha dejado testamento o bien no tiene un valor jurídico.
La sucesión es el proceso a través de el que se pasan los recursos de la persona fallecida, a unos herederos o bien adjudicatarios que están clasificados de la próxima manera:
En la sucesión intestada, los sucesores son establecidos por la ley con base en los niveles de herederos, al paso que en la testamentaria la persona ya antes de fallecer elige de manera libre a quien va a dejar sus recursos, a través de un testamento hecho por vía notarial y con testigos.
Ahora veamos donde se realiza la diligencia de la sucesión; hay 2 formas de hacerlo; si los herederos no llegan a ningún pacto, es preciso ir a los juzgados, de lo contrario las partes pueden acercarse a la notaria más próxima al lugar donde murió el autor con los próximos documentos: Cédulas y registro civil de los interesados para probar parentesco, Registro civil de nacimiento y defunción del causante, Escrituras de los inmuebles con sus respectivos paz y salvos, Tarjeta de propiedad de los automóviles y comprobante de pago de los impuestos, Inventario y valúo de los recursos. Por los menos uno de los interesados ha de ser mayor de edad.
Es esencial nombrar un letrado a fin de que los represente y elabore los respectivos avalúos de los recursos y la repartición, esto dejará que el proceso sea más corto y por consiguiente más económico. Si claramente las partes no alcanzan un acuerdo entonces van a deber comenzar una demanda de sucesión y aceptar todo el desgaste de dinero y tiempo que esto conlleva. Por todo lo precedente piense si merece la pena ir a los juzgados o bien llegar a un pacto como personas civilizadas y repartir de forma equitativa lo que otra persona quizás con mucho esmero pudo lograr a lo largo de una vida de trabajo, con la esperanza de que al instante de partir, su familia no quedase desprotegida.
Ahora veamos donde se realiza la diligencia de la sucesión; hay 2 formas de hacerlo; si los herederos no llegan a ningún pacto, es preciso ir a los juzgados, de lo contrario las partes pueden acercarse a la notaria más próxima al lugar donde murió el autor con los próximos documentos: Cédulas y registro civil de los interesados para probar parentesco, Registro civil de nacimiento y defunción del causante, Escrituras de los inmuebles con sus respectivos paz y salvos, Tarjeta de propiedad de los automóviles y comprobante de pago de los impuestos, Inventario y valúo de los recursos. Por los menos uno de los interesados ha de ser mayor de edad.
Es esencial nombrar un letrado a fin de que los represente y elabore los respectivos avalúos de los recursos y la repartición, esto dejará que el proceso sea más corto y por consiguiente más económico. Si claramente las partes no alcanzan un acuerdo entonces van a deber comenzar una demanda de sucesión y aceptar todo el desgaste de dinero y tiempo que esto conlleva. Por todo lo precedente piense si merece la pena ir a los juzgados o bien llegar a un pacto como personas civilizadas y repartir de forma equitativa lo que otra persona quizás con mucho esmero pudo lograr a lo largo de una vida de trabajo, con la esperanza de que al instante de partir, su familia no quedase desprotegida.
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